La casa de los interminables pasillos

Esta vivienda llevaba a la venta más de tres años, había sido “vivienda dormitorio” durante muchos años, la casa en la que vivir durante la semana , pues la casa principal era la casa de la playa.

En este caso, una configuración complicada, los suelos oscuros y el mobiliario recargado en los mismos tonos no ayudaban a conseguir esa sensación de luminosidad y amplitud clave en nuestras intervenciones. Resultó fundamental pintar las paredes totalmente ahumadas por el paso de los 60 años que tenía la vivienda, y nuestros toques especiales con cortinas, alfombras, mantitas, cojines y plantas hicieron el resto.

Tras más de tres años a la venta consiguió venderse en 4 meses.