Esta vivienda de la zona norte de Santiago llevaba casi cuatro años a la venta, por lo que este home staging además de conseguir el efecto emocional que siempre buscamos, tenía que suponer un cambio radical en la imagen del inmueble para que resultase novedoso.
Sus muebles, elegantes y modernos mezclando piezas con muy buen gusto pero saturaban demasiado los espacios. Un cambio de disposición de algunos de ellos contribuyó a hacer más fluida la circulación de los espacios.
En la cocina un sencillo cambio de un mural con fondo negro que hacía un efecto embudo en la estancia por un papel pintado en el mismo tono que los muebles, hizo posible que la percepción del tamaño de este se hiciera mucho mayor.
Un toque acogedor para darle más luz con un cambio de lámparas, cojines, cuadros y plantas y parece otro. Tanto es así que en una semana ya estaba vendido.